El campo almeriense ha recibido con indignación y sorpresa la medida tomada por la Unión Europea de eliminar las normas de calidad para la comercialización de productos agrícolas.
El tamaño, la maduración y el peso ya no importantan, o al menos eso es lo que piensa la Unión Europea, que ha eliminado las normas de calidad para la comercialización de productos agrícolas.
Una decisión que ha sido mal acogida por las organizaciones agrarias provinciales, que aseguran que el sector hortofrutícola almeriense había encontrado en la calidad un valor añadido, para ser más competitivos en un mercado cada vez más abierto.
Sin embargo la comisión europea abre ahora las puertas a los productos sin importarles ni el aspecto, ni el tamaño lo que supone un cambio de rumbo en la comercialización, que puede ir acompañado de un descenso de los precios, al entrar en la cadena nuevos productos que antes se desechaban.
El campo almeriense mira al lobby de las grandes cadenas de distribuición como el único beneficiario de esta decisión comunitaria, y aseguran que incluso podrían estar a la sombra de las mismas.