La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, continúa con los preparativos para la manifestación que llevará a cabo el próximo miércoles 11 de febrero ante la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, a la que está previsto que asistan agricultores procedentes de todas las zonas productoras de hortalizas de España, entre las que se encuentran las Comunidades Autónomas de Andalucía, Canarias, Murcia y Valencia. Desde mediados del mes de diciembre y durante todo el mes de enero, los mercados han registrado cotizaciones anormalmente bajas en tomate y pimiento. Todo apunta a que esta distorsión del mercado está siendo provocada por la entrada a Europa de producto procedente de países terceros. Esta situación se está dando por igual en todas las áreas productoras de España, por lo que se ha decidido movilizar al sector estatal de Hortalizas en su conjunto. COAG está desarrollando estos días una intensa labor informativa entre agricultores, empresas de comercialización y ayuntamientos de la provincia para que conozcan de primera mano las cifras que han llevado a nuestra organización a organizar la manifestación de la semana que viene. En este sentido, se percibe un clima de desconsuelo entre los agricultores de la provincia, que ven con impotencia como el precio de sus hortalizas –especialmente grave es el caso del tomate– se hunde cada vez más. Aunque insista en negarlo, los datos de la propia Comisión Europea recogidos en aduana reflejan claramente que Marruecos está incumpliendo los términos del acuerdo de asociación, tanto en volúmenes como en precio. Así, el precio medio de entrada a Europa del tomate marroquí durante el mes de enero ha sido de 0,48 euros/kilo, con un total de 7 días en los que ha estado por debajo del precio mínimo de entrada, 0,46 euros/kilo. Sólo durante ésta primera semana de febrero, el precio medio de entrada ha descendido hasta los 0,45 euros/kilo, lo que no hace más que agravar la situación de los productores almerienses. Por lo que respecta a las negociaciones abiertas entre la Comisión Europea y el Reino de Marruecos, la semana pasada se celebró una nueva cumbre bilateral de la que no ha trascendido ninguna información y en la que se podría haber avanzado en la liberalización de las producciones hortícolas. Desde COAG temen que el acuerdo pueda cerrarse en las próximas semanas, de ahí la urgencia de la convocatoria. En contra de la opinión del sector, la UE se niega a ampliar la lista de productos sensibles recogida actualmente en el acuerdo de asociación en vigor (calabacines, pepinos y tomates), es decir seguirían existiendo contingentes y precios mínimos de entrada para ellos. El resto de productos quedarían totalmente liberalizados, siendo melón, sandía y pimiento los que pueden convertirse en objetivos de los productores marroquíes para próximas campañas. COAG no se opone al desarrollo de los países del sur del Mediterráneo, sino a este tipo de agricultura de exportación, que no genera riqueza en el país y que supone la esquilmación de los recursos naturales y la explotación de la mano de obra. En este sentido, Marruecos exporta anualmente miles de toneladas de alimentos que podrían servir para alimentar a la hambrienta población local, que sigue jugándose la vida en el mar para atravesar el Estrecho y llegar a Europa en busca de un futuro mejor. Desde el punto de vista del empleo, muchas familias viven en Andalucía y Murcia de forma directa e indirecta de la agricultura. Es necesario mantener el tejido productivo y las tasas de ocupación asociados a la agricultura, más aún tras el descalabro de sectores como la construcción y el ascenso de las cifras del paro.