Los 60 activistas de la organización conservacionista Greenpeace implicados en la acción de protesta desarrollada hoy en el paraje de El Algarrobico, en el término municipal de Carboneras (Almería), han culminado sin incidentes pasado el mediodía el tendido de las 18 hectáreas de tela blanca sobre las 22 plantas de altura del hotel de Azata del Sol tras más de cinco horas de trabajo para hacer "desaparecer" de manera virtual la estructura. Así lo anunció en declaraciones a Europa Press la portavoz del colectivo desplegado en la playa carbonera, Marta San Román, quien confirmó, asimismo, la colocación de una pancarta que cubre 370 metros cuadrados de la fachada del edificio y en la que se reprocha al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino la "pasividad" en la tramitación del expediente de expropiación incoado en 2006 contra el inmueble. Con el lema 'Parque Natural sin hotel ilegal', Greenpeace alude también a la sentencia dictada el pasado mes de diciembre por el titular del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de Almería, Jesús Rivera, quien declaró "nula" la licencia municipal concedida a la promotora Azata del Sol por el Ayuntamiento de Carboneras al tiempo que ordenó a la Fiscalía "deducir testimonio" ante una presunta comisión de los delitos de prevaricación administrativa y contra la ordenación del territorio por parte de la Junta de Andalucía y la corporación local. La acción de Greenpeace, que, según describió San Román, concluirá con varias pasadas de dos zodiacs que permanecen atracadas frente al litoral de El Algarrobico y portan carteles con el mismo lema, se suma a tres actuaciones previas que se iniciaron en diciembre de 2005, días antes de hacerse oficial mediante su publicación en BOE el deslinde que dejó al inmueble dentro de la zona de servidumbre del dominio público marítimo-terrestre. Azata del Sol anunció a primera hora la adopción de acciones legales por un presunto delito de allanamiento contra la organización conservacionista y la comunicación de denuncia ante la Inspección de Trabajo por la "invasión" que, según aseguró su portavoz, suponía un "notable riesgo para la integridad física" de los activistas, que han culminado la acción sin incidentes y ante la vigilancia de patrullas de la Guardia Civil y efectivos de la Policía Local, quienes tenían orden de no intervenir. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vera desestimó en julio de 2007 la demanda por coacciones, calumnias e injurias que Azata del Sol interpuso contra una portavoz de la organización ecologista Greenpeace. La denuncia imputaba a la la responsable de campañas, María José Caballero, por el primer acto de protesta desarrollado en noviembre de 2005, cuando se colocaron pancartas en las que podía leerse 'Hotel Ilegal' y 'Demolición'. La sentencia consideró que los actos de la organización conservacionista que los citados actos no fueron causa de delito ni falta alguna, ya que fueron llevados a cabo sin violencia, sin molestar a los trabajadores ni interrumpir su trabajo y tan sólo "mostraron su desacuerdo con las obras que en el lugar se estaban desarrollando".