La protesta de los agricultores se ha producido por los bajos precios del tomates que apenas permiten cubrir costes. Las organizaciones agrarias culpan de la situación al Gobierno por no controlar la entrada de tomate marroquí y auguran una situación más complicada si no se pone freno a las importaciones en el tratado que negoción la Unión Europea y Marruecos.
Los bajos precios de los tomates y el temor a la apertura total de fronteras con Marruecos en las negociaciones que llevan a cabo la Unión Europea y el país alahuita ha provocado que las organizaciones agrarias COAG y ASAJA hayan salido a la calle y hayan solicitado unidad de acción.
Los sindicatos del campo culpan de la situación al Gobierno que no ejerce, aseguran, los controles necesarios.
Los agricultores explican que con esta situación están abocados a la crisis.
Los trabajadores del campo aseguran que no llegan ni a cubrir los costes de producción.