Las únicas dos alumnas de la Universidad de Almería que permanecían en L'Aquila, la ciudad italiana asolada por el terremoto, llegan hoy por la mañana al aeropuerto de Madrid-Barajas en un vuelo de Alitalia procedente de Roma cuyo aterrizaje está previsto a las 11,45 horas. De esta forma, la Universidad de Almería fletará uno de sus vehículos en el que viajará un familiar para recoger a las dos alumnas. Según indicó la UAL en una nota, las dos chicas estudiantes de Turismo, que primero fueron evacuadas a la ciudad de Rieti y desde allí viajaron hasta Roma, pasaron la noche en un albergue con otros estudiantes españoles que disfrutaban de una beca Erasmus en la Universitá Degli Studi Dell'Aquila. Durante la mañana de hoy todos ellos (las dos estudiantes almerienses, varios alumnos de la Universidad de Murcia y un estudiante de nacionalidad belga), embarcarán en Roma con destino Madrid. Desde que se tuvo noticias del suceso, tanto el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, como la vicerrectora de Internacionalización de la UAL, Sagrario Salaberri, así como personal del Vicerrectorado, han estado en "permanente contacto" con los alumnos almerienses becados por la Universitá Degli Studi Dell'Aquila y con sus familias. Según la institución académica, Molina se mantuvo en permanente contacto telefónico con los padres y familiares de las dos alumnas almerienses. En cuanto se confirmó que las dos estudiantes almerienses tenían reservado un vuelo de regreso a casa, el rector estableció que uno de los vehículos oficiales de la Universidad se desplazara a Madrid para recoger en el aeropuerto a las chicas y facilitar así su vuelta a Almería. La madre de una de las chicas viajará también a Madrid en ese coche oficial, que trasladará a las estudiantes hasta sus respectivos domicilios. Las dos chicas forman parte del grupo de 13 estudiantes de la UAL que disfrutan de una estancia Erasmus en L'Aquila, aunque ellas, al contrario de lo que hicieron sus otros once compañeros, decidieron no regresar a España y quedarse en la ciudad italiana para pasar sus vacaciones de Semana Santa. Ambas fueron sorprendidas por el seísmo pero pudieron avisar y advertir a sus familias de que se encontraban en perfecto estado y que no habían sufrido ningún tipo de daño.