Los cuatro menores implicados en el homicidio de Ousmane Kote, ocurrido en la barriada de las '200 viviendas' de Roquetas de Mar (Almería) en septiembre de 2008, han sido condenados a 12 y 13 meses de internamiento en régimen cerrado al considerar el juez que su participación en la reyerta fue necesaria para que el principal acusado, Juan José O.N. –alias 'El Bollo'– diese muerte al joven senegalés. El fallo del Juzgado de Menores, al que tuvo acceso Europa Press, impone además a los acusados, de nacionalidad española y marroquí y edades comprendidas entre los 16 y 17 años, una pena de 35 y 36 meses de libertad vigilada en los que les obliga a cursar talleres de educación sexual, así como de entrenamiento para lograr el autocontrol y la resolución pacífica de conflictos. El juez ya decretó para los cuatro chicos, detenidos en la semana siguiente a la noche en que, al parecer, Juan José O.N. asestó la puñalada mortal a Ousmane Kote, el internamiento como medida cautelar en centros ubicados en Oria (Almería), Sevilla y Córdoba después de que éstos apuntasen al 'Bollo'. La sentencia recoge, asimismo, una condena a 50 horas de trabajo en beneficio de la comunidad a dos de ellos por una falta de malos tratos. La muerte el 5 de septiembre de 2008 del trabajador senegalés, sobre la que la titular del Juzgado de Instrucción número uno de Roquetas de Mar encargada de las diligencias de la causa, decretó el secreto de sumario, provocó disturbios que se saldaron con dos bloques de viviendas quemados y daños en vehículos, además del arresto de diez varones subsaharianos, de los que uno ingresó en prisión y otros nueve quedaron en libertad con cargos por altercado público. Juan José O.N., conocido en su barrio y entre sus allegados como 'El Bollo' y al que agentes de la Guardia Civil localizaban en el interior de un cortijo ubicado en el diseminado de Los Llanos de La Cañada en la capital, permaneció 16 días en paradero desconocido, amparado por una persona que le ayudó a mantenerse oculto y le aprovisionó de gran cantidad de víveres para que pudiese soportar un largo encierro. La instrucción apuntó en un primer momento a que no participó inicialmente en la pelea desencadenada sobre las 23,00 horas en las '200 viviendas' cuando un grupo de personas de origen subsahariano estaba en el lugar de los hechos y una persona les arrojó un cubo de agua desde una ventana por un problema de ruidos. Fue en la reyerta posterior desencadenada en el portal del edificio y que se trasladó más tarde a la vía pública donde, según los menores detenidos, el presunto homicida propinó una patada en la cabeza al fallecido y le acuchilló a la altura del pecho una vez que ésta se encontraba tendida en el suelo. Ousmane Kote, de 28 años, soltero y sin hijos, era el mayor de cinco hermanos y, como primogénito, seguía la tradición de venir a España a trabajar para enviar dinero a su familia, que ha pedido a las autoridades españolas que el cuerpo sea repatriado lo antes posible.