Apenas faltan 2 días para que los agricultores vuelvan a salir a la calle. Hoy hemos estado en un invernadero para comprobar cómo la crisis de precios afecta cada día más a los trabajadores del campo.
Inma Idánez lleva toda su vida trabajando en el campo. Es la dueña de este invernadero que se dedica a la producción de tomate asurcado. 10.000 metros cuadrados que generan según su propietaria más gastos que ingresos.
Esta agricultora de la zona de La Cañada considera que la crisis económica está haciendo mucho daño en la agricultura almeriense. Es consciente de que 1.000 explotaciones se han tenido que cerrar o poner en venta debido a la caída de los precios.
En su invernadero que apuesta además por la lucha integrada trabajan junto a ella otras 3 personas. Este campaña asegura que ya la da por terminada y antes de echar el cierra ya hace número para pensar en el próximo año.