Enrique Ponce dejó pequeña la sala de conferencias de Cajamar, en la que el diestro habló abiertamente con universitarios y aficionados, que ocuparon la totalidad de los asientos e incluso los pasillos, para no perderse la disertación de uno de los grandes de la tauromaquia.
Cada toro es diferente y pide una lidia distinta. Dicen que la técnica se aprende y que con el arte se nace. Son algunas de las frases con la que el diestro Enrique Ponce deleitó a un público que abarrotó la sala de conferencias de Cajamar, para disfrutar de una nueva eidción del aula taurina, en la que el invitado de honor fue Ponce. Un torero que ha hecho historia situándose en el Olimpo de la turomaquia. Entre sus palabras, también quiso dedicar algunas a aquellos que no comprenden la fiesta nacional y que quieren exterminarla.El próximo 16 de marzo hará veinte años de su aletrnativa en Valencia, dos décadas en las que ha puesto de manifiesto su señorío al frente del toro, pero también su clase como académico y medalla de Oro de las Bellas Artes.