Que su mascota tenga más salud, superar un año difcil o simplemente por tradición. La bendición de los animales en la parroquia de Sna Juan, es ya toda una tradición, y ayer no pudo ser menos. Una efeméride que pone el punto y final a las fiestas del Casco Histórico.
La Eucaristía empezó a las once de la mañana, y tras ella la tradicional procesión de San Antón a hombros, que estaba acompañado de la Agrupación de San Indalecio de La Cañada.El recorrido comenzó por la calle General Luque, y al llegar al punto en el que el día anterior tuvo lugar un tiroteo la agrupación dejó de tocar en señal de suelo. Al regresar al exterior de la Iglesia comenzó la bendición de los múltiples animales que allí se encontraban. El párroco, subido en el escenario dispensó agua bendita a las mascotas que allí se habían desplazado con sus dueños. Tras retirarse gran parte de los animales, se procedió a la subasta de rabicos, roscones y distintas cestas con dulces.Una celebración que se ha consolidado y que pone el punto y final a las fiestas del Casco Histórico.