Tras casi cuatro años de trabajos y con una inversión de 37 millones de euros se han incorporado a la terminal cinco nuevos mostradores de facturación, una nueva sala de recogida de equipajes al completo y un nuevo punto de restauración.
El viernes se puso en servicio la última fase de ampliación del aeropuerto de Almería. Un proyecto de mejora que contempla la incorporación a la operativa habitual de cinco nuevos mostradores de facturación, la reubicación de los filtros de seguridad, una nueva sala de equipajes al completo, un nuevo punto de restauración junto a los accesos mejorados.Además se ha instalado un nuevo sistema de inspección de equipajes de bodega que permitirá revisar de forma automática el cien por cien de las maletas antes de cargarlas en el avión. También se ha ampliado el número de plazas de aparcamiento alcanzado las 679 plazas. En total se han destinado a este plan de mejora 37 millones de euros, y se han utilizado materiales de la tierra, como el mármol de Macael, para su diseño.