De nuevo el campo ha vuelto a salir a la calle. Ahora ha sido UPA quien ha tomado la palabra para denunciar los bajos precios de los productos almerienses. Culpan a la gran distribución y a Marruecos de situar a los agricultores al borde de la ruina.
Cerca de 60.000 kilos de pepinos, tomates, pimientos y calacines han sido arrojados por los agricultores de UPA ante las puertas del supermecado Lidl. Un nuevo acto de protesta de esta organización para denunciar la caída de precios que sufre el campo almeriense tanto por el poder de la distribución como por la competencia desleal de Marruecos.Los agricultores aseguran que la actual situación de crisis en el campo les está llevando a la ruina porque no reciben por sus productos ni para sufragar los gastos.UPA pide una ley de calidad para que se establezcan unas normas para regular toda la cadena agroalimentaria.