La entrada de las hermandades de La Macarena, el Gran Poder y la Pasión por Carrera Oficial desataron numerosas muestras de devoción entre los almerienses que se acercaron a disfrutar de los desfiles procesionales.
La banda de cornetas y tambores acompañó el impresionante misterio del Señor de la Sentencia. Una de las estampas más clásicas del lunes Santo Almeriense es la Macarena, que salió del barrio de la Plaza de Toros. La virgen procesionó primorosamente vestida por el granadino Alvaro Abril y a su paso se vivieron numerosas muestras de fervor popular.Impresionante fue el desfile de el Gran Poder al llegar a la Carrera Oficial, cuando se apagron las luces y a penas se veía con los candelabros de su trono. Una estampa mística, en la que decenas de nazarenos precedían al señor de la larga zancada, de mirada cabizbaja y de semblante bello y dolorido. En este paso reina el silencio frente a las marchas procesionales, el andar largo de los costaleros frente a los cambios, y las túnicas de cola negra tan diferentes a las coloridas de capa.La última en salir en la tarde de ayer fue la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Pasión en su tercera caída.La banda de Santa Cecilia de Sorbas marcaba el inicio del andar de La Señora del desamparo. Al paso del trono de la virgen fueron muchos los que no pudieron contener las lágrimas.Sin duda alguna, un lunes Santo cargado de emoción y sentimiento.