Cientos de taxistas almerienses sufren día a día cuantiosas pérdidas económicas a causa de los conductores ilegales que se sitúan en la puerta de la estación Intermodal. Aseguran sentirse desvalidos ante una situación a la que no encuentran solución
La crisis económica y la falta de empleo parece avivar los negocios turbios. Ahora les ha tocado el turno a los taxistas almerienses, que ven como cada día decenas de inmigrantes instalados en la puerta de la Estación de trenes y autobuses de la capital les roban la clientela debido a una oferta mucho más económica.Desde el gremio aseguran que han percibido perdidas superiores al 50% de ingresos habituales y que estos taxistas ilegales pueden llegar a embolsarse hasta 6000 euros diarios debido a los viajes de medio y largo recorrido. Aglutinan en un mismo taxis a varios clientes para reducir costes. De aqui el éxito de estos taxista piratas.Aseguran que este intrusismo profesional no es nuevo, aunque afirman estar llegando a una situación muy perjudicial agravada por la crisis y en la que no encuentran una salida