La Asociación Vecinal continúa con sus voces críticas contra aquellos que tacharon de ilegal el gimnasio aquí instalado
A pesar de que la legalidad del gimnasio creado en la Asociación Vecinal de Piedras Redondas continúa en entredicho, sus miembros mantienen férrea su opinión, además de insistir en la labor social que aquí se realiza dando cobijo a decenas de jóvenes que estarían en la calle.La mecha encendida por la concejal socialista Déborah Serón, podría verse muy pronto apagada. Al menos así nos lo ha confesado el instructor del gimnasio, que asegura tener todos los papeles en regla y que justifica los 20 euros que se cobra por alumno en tener que pagar una parte a la asociación, otra al alquiler de las máquinas y otra tanto al seguro obligatorio como al sueldo de los monitores.Miguel García nos ha querido destacar que este centro da cobijo a decenas de gitanos que aseguran tener la entrada vetada en otros gimnasios de la capital.
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