La lucha gubernamental contra el tabaquismo contempla ahora una nueva normativa que prevé, por ejemplo, ocultar el tabaco bajo mostradores para no incentivar al deseo de fumar
Entrar, echar un vistazo a nuestra marca habitual y adquirirla podría ser, si se lleva a cabo la propuesta de la Unión Europea, una imagen del pasado.Desde Bruselas se pretende dar ahora un paso más en la lucha contra esta droga blanda, con medidas como la de prohibir exhibir el producto en los estancos, implantar cajetillas genéricas del mismo color y sin logotipos para evitar preferencias o la de eliminar aromas artificiales e ingredientes. Los propietarios de estas expendidurías consideran un absurdo esta nueva directiva, sin contar además el nuevo gasto que supondría adaptar la infraestructura a las nuevas exigencias legalesY es que el tabaco no beneficia a nadie, al menos en cuanto a salud se refiere, ya que en lo económico quizás se sorprenda al escuchar que entre el 75 y el 80% de su valor son impuestos directos.