La provincia es el primer banco genético mundial de uva de mesa, una tierra donde esta fruta tuvo una enorme importancia en el siglo XIX. La Diputación de Almería ha homenajeado a los parraleros y ha hecho hincapié en la conservación de estas tradiciones agrícolas.
Ranzúl, molinera, ojo de buey o corazón de cabrito son algunos de los nombres de las 60 variedades de uva de mesa autóctonas de Almería, una tierra que en el siglo XIX dio la vuelta al mundo gracias a esta dulce fruta. La labor de los parraleros y del Grupo Ecologista Mediterráneo ha sido fundamental en los últimos 20 años para conservar el cultivo y las tradiciones de nuestras famosas uvas del barco.Como homenaje a estos agricultores, especialistas en la construcción de parrales y la cosecha de uvas, la Diputación de Almería ha acogido la séptima muestra de las distintas variedades de esta fruta que existen en Almería, el primer banco genético a nivel mundial de uva de mesa.La búsqueda, recuperación y mantenimiento de las variedades de uva de mesa de Almería es una difícil tarea, fundamental para conservar las raíces de una tierra donde la agricultura siempre ha tenido un papel principal.