Miles de almerienses abarrotaron los cementerios para recordar a sus seres queridos. La gran cantidad de ciudadanos que se desplazó hasta los diferentes campos santos, destacaban la limpieza y se mostraba sorprendidos por la música de acompañamiento.
El día de Todos los Santos ha vuelto a llenar el cementerio de la capital de flores, velas y sobre todo de visitantes que deciden homenajear a sus familiares fallecidos. Los cinco cementerios de la capital registraron ayer afluencias masivas, en especial el de San José. Tantos quisieron acudir que ya antes de la apertura de puertas se golpaban en la entrada más de 170 personas que generaban las primeras colas del día. Solventado el primer escollo, y con solo la puerta principal abierto al público al encontrarse las otras dos en zonas con obras, la mañana transcurría con normalidad hasta la llegada de la hora punta en torno a las 12 de la mañana cuando se producía la marcha de los visitantes de la primera hora y la llegada de los más rezagados.Tumultos aparte, los visitantes del camposanto destacaban la limpieza del recinto este año, y sobre todo se mostraban muy sorprendidos con la presencia de una pianista y un violinista para hacer entrar en ambiente, actuando durante la mañana y parte de la tarde.Para mantener la actividad de estos días dentro de la normalidad, el área de seguridad y movilidad elaboró un dispositivo especial de la Policía Local en los distintos cementerios del municipio.