Los almerienses afirmar que han recortado la partida destinada a este sorteo, debido a la crisis económica
Del cero al nueve cualquier terminación es válida, si la dicha es buena y la suerte nos sonríe. Los almerienses apuran estos días para hacerse con un décimo de cara al sorteo de la Lotería del Niño. La crisis económica ha marcado la inversión personal y, mientras que otros años uno se hacía con un par de décimos, como mínimo, hay quienes sólo apuestan por uno e incluso se los reparten. Lo que no cambia año tras año, tal y como ocurre con la Lotería de Navidad, es la superstición acerca de las terminaciones. Este año, el 13 y el 69 son esos dos últimos números estrella. Ya sea, bien porque nos recuerde una fecha señalada o, porque simplemente nos de buena espina, lo que está claro es que eso de confiar en un número no siempre gasta buenas pasadas.