Desde hoy el popular Bahía de Palma luce con un orgullo una placa que recuerda que en este conocido local surgió el germen de los juegos mediterráneos. Los padres de la idea, José María Granados y Antonio Sáez.
Dice una conocida frase que toda gran idea empieza siendo un garabato. Algo parecido, aunque muchos almerienses no lo sepan, ocurrió con los Juegos Mediterráneos de 2005. Todo se gestó en el Bar Bahía de Palma en pleno casco histórico, entre el periodista José María Granados y el concejal de Alianza Popular Antonio Sáez compartiendo una mesa y varias cañas.El consistorio ha querido inmortalizar este hecho con una placa que reconoce la paternidad de esta idea a estas dos figuras y que recuerda una anécdota que se convirtió en la cita deportiva más importante de nuestra historia.Esperemos que el Bahía de Palma o cualquiera de nuestros maravillosos bares sigan inspirando a nuestras personalidades y así aparezcan muchas más ideas originales e innovadoras.