El Resucitado puso el broche de oro a la Semana Santa almeriense. El cortejo partía con una hora de retraso respecto al horario previsto para la salida. Las campanas de los niños y niñas de esta pre-hermandad anunciaron con alegría la resurrección del Señor.
Tras la larga espera en una abarrotada Plaza de la Catedral, a las 13.30 horas se ponía en la calle el cortejo de la Pre-Hermandad de Jesucristo Resucitado. En la Plaza de la Catedral esperaban varios cientos de fieles que aplaudían el paso del Resucitado. La cuadrilla de 30 costaleros que lo llevaba sobre sus hombros la comandaba Juan Pedro Linares. La levantá ordenada por el Obispo en el exterior del templo hizo que la procesión se pusiera en marcha hacia calle Eduardo Pérez.Una cruz arbórea vacía, con un sudario blanco, símbolo de la Resurrección abría el cortejo seguido de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. Tras los Hermanos Mayores de las distintas Hermandades un grupo de niños ataviados con túnica blanca y esclavina color dorado anunciaban con el sonido de las campanas la alegría de la mañana del Domingo de Resurrección y parejas de nazarenos luciendo túnica, capa y antifaz color blanco, en sus manos portaban pequeñas cruces de madera al igual que hace la imagen de Jesús Resucitado.El paso del Señor, que es de orfebrería, presentaba un pequeño canasto en madera que situaba a la imagen un poco más alto que los últimos años para dotarlo de mayor visibilidad, iba exornado con gran variedad de flores, lilium, margaritas, anturium o alstromelias en distintos colores.Esta Pre-Hermandad va tomando la iniciativa en la organización de sus actos y cultos, esperando la independencia que les permita crecer plenamente como Hermandad, pudiendo venerar a su imagen titular en la Parroquia de Montserrat, donde durante todo el año, desarrollan su labor catequética, colaborando de forma estrecha con las actividades propias de la Parroquia y su grupo de Cáritas Parroquial.