Cuando llega el verano nuestros ojos están expuestos a más riesgos y se incrementa significativamente los problemas oculares. Por ello es importante aprender a proteger y cuidarlos adecuadamente utilizando un arma tan simple como es la prevención.
Una excesiva exposición de los ojos al sol, puede acelerar la progresión de cataratas e incluso llegar a producir quemaduras en la retina. Por ello, lo ideal es utilizar unas buenas gafas de sol y acompañarlas, además, de una gorra o una visera, lo que permitirá disminuir los rayos ultravioletas que entran directamente en los ojos. También hay que tener especial cuidado con los niños, ya que ellos son todavía más sensibles a la radiación ultravioleta.Las gafas de sol deben de proteger siempre del 100% de la radiación ultravioleta y por eso es fundamental evitar comprar las copias falsas que se venden por internet. Muchas de ellas no protegen de los rayos ultravioletas adecuadamente y pueden dañar tus ojos. Además, si estás mucho tiempo en la playa o practicas deportes de agua, lo ideal es elegir unas gafas de sol polarizadas.