Una tarde en la que Almería entera se silenció y quiso mostrar su cariño y solidaridad con la familia de Gabriel. Una concentración que organizó el Ayuntamiento para mostrar sus condolencias por la pérdida del pequeño.
El sonido del viento, fue el único ruido que rompió el silencio de las 18.000 almas que abrrotaron Puerta de Purchena. No fue necesario esperar a las siete, hora oficial de la concentración, para que miles de almerienses colapsaran las calles de todas las vias que concurren en el corazón de la ciudad. La indignación reinaba entre mayores y también entre los más pequeños.Todos tenían el corazón encogido por la muerte de Gabriel, ya que en sus cabezas solo cabía la posibilidad de que lo encontrasen con vida.El alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco, junto con los miembros del equipo de gobierno, así como el delegado del gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, encabezaban esta concentración silenciosa de 5 minutos, en la que solo querían mostrar su cariño a la familia.Una tarde en la que el dolor se apoderó hasta del cielo, que quiso vestirse de gris y cayeron algunas gotas, que muchos interpretaron como lágrimas por la muerte del pequeño Gabriel.