El Lunes Santo se ha quedado para Pasión y Gran Poder. La Hermandad de Oliveros volvió a mostrar su poderío y majestuosidad con uno de los cortejos más numerosos de nuestra Semana Santa
El lunes santo arrancaba en Almería sobre las seis media de la tarde. La iglesia de Santa Teresa abría sus puertas y antes de que Nuestro Padre Jesús de Salud y Pasión en su tercera caída saliera a la calle Rafael Alberti su cuadrilla de costaleros le dedicaron su primera levantá y marcha al pequeño Gabriel.Tras este sentido homenaje arrancaba el cortejo procesional rozando los 250 nazarenos con una destacadísima participación de pequeños. Tras el júbilo y la emoción de la salida de la primera figura, el alcalde volvía a dar ánimos a los costaleros, en este caso de María Santísima de los Desamparados.Una imagen que hacía su aparición luciendo en su cintura un fajín del general de brigada Francisco Aguado Sánchez, donación de su viuda, bajo una espectacular lluvia de pétalos de rosa. Este año la Hermandad decidió nombrar como Hermanos Honorarios a la Casa Sacerdotal San Juan de Ávila.A las siete y media de la tarde hacía su entrada Pasión en carrera oficial con total majestuosidad. Con un paso sosegado, solemne recorría el paseo de Almería bajo la atenta mirada de miles de almerienses.El color morado tintaba la estación de penitencia de una de las hermandades que sigue creciendo en la capital almeriense.Por cierto, este año la reina de Oliveros se convertía en la única Dolorosa que procesiona el lunes santo tras el cambio de día de la Hermandad de la Macarena.