La arquitecto responsable del proyecto ganador del diseño de la futura Plaza Vieja nos explica su apuesta por un entorno diáfano. Nos adelanta, además, que habrá toldos para dar sombra en los meses más calurosos y más bancos para el esparcimiento
La futura Plaza Vieja será totalmente diáfana, sin monumento de los Coloraos ni arbolado. Una decisión que ha suscitado cierta polémica pero que es la base sobre la que se cimenta el diseño del proyecto ganador firmado por la arquitecto, Susana Ordaz.De esta manera, se resalta y se da máxima importancia al conjunto edificado y al pavimento.Desaparecerán los árboles pero habrá elementos vegetales en la plaza, en concreto, en los cuatro vértices de la misma habrá conjuntos de jardineras y de bancos. Por otro lado, se ha previsto un sistema de toldos para ofrecer la sombra deseada en los meses más calurosos.Lo que está claro es que una vez finalizadas las obras de urbanización la Plaza Vieja cambiará radicalmente su fisonomía.