La procesión en honor a la Patrona de Almería, la Virgen del Mar, puso fin a los actos religiosos incluidos en el programa de Feria de este año. El alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, junto a parte de la corporación municipal, participó en comitiva de la procesión que, un año más, ha reunido a cientos de almerienses acompañando a su Patrona
A las 7.15 de la tarde se abría el portón principal del Santuario para que fuese saliendo la procesión. Muchos fieles con sus velas o sus varas de nardos, esperaban a que saliese la Virgen, algo que se produciría media hora más tarde. En ese lapso de tiempo fueron ganado la Plaza la Cruz Guía, que abría el cortejo procesional, las Hermandades de la provincia, las de la capital (de Pasión y de Gloria), la Agrupación de Cofradías, la banda Santa Cecilia de Sorbas, bandera de la Hermandad, camareras, Junta de Gobierno y los dominicos.A continuación ganó la calle el paso con la imagen de la Virgen del Mar, bellamente ornamentada con decenas de varas de nardos. Eran las 7.45 de la tarde y las campanas de santuario repicaron con la tradicional alegría.El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, acompañado del Equipo de Gobierno y parte de la corporación municipal, participó en la tradicional Procesión de Alabanzas en honor a la Virgen del Mar, acto que puso el punto y final a los cultos religiosos en honor a la Patrona incluidos en el programa de la Feria de este año.La Patrona llevaba el manto turquesa ya que el antiguo, recientemente restaurados, se va a guardar para las grandes solemnidades. Ramón Viciana era este año el capataz que comandaba a unos 60 horquilleros. Este año la imagen de la Patrona, lucía el manto procesional de Isabel II, manto bordado en oro y plata y regalado por la Familia Real tras su visita a Almería en 1862, además de la Corona de 1952 de los talleres Granda (Madrid) con la que se coronó canónicamente en 1952, una auténtica obra de arte de la orfebrería y de la joyería..El paso además ha estrenado dos jarras traseras, confeccionadas en plata maciza repujada, al igual que el resto del paso, por los Talleres de Villareal, en Sevilla. Se trata de las jarras del proyecto original del paso que se diseñó y ejecutó en los años 80 por esta prestigiosa empresa artesanal de orfebrería sevillana.En su parte delantera el trono lucía por vez primera una réplica en plata del Relicario que contiene la Santa Cruz de Canjáyar, donado durante este año por la Hermandad de este pueblo almeriense muy vinculada a la Hermandad de la Virgen del Mar de la capitalTras el paso procesionaban el Cabildo catedralicio con el Obispo al frente, el Ayuntamiento con el alcalde, la Diputación comandados por su presidente, y otras autoridades militares; cerraba la Banda Municipal.Dos interminables filas de fieles portadores de velas o nardos en la mano flanqueaban la procesión. Muchas mujeres acompañaban a la patrona ataviadas con la tradicional mantilla española.