Se trata de una iniciativa organziada por la ONCE con motivo de la capitalidad gastronómica. A través de pautas y consejos los profesionales de los medios de comunicación han realizado gestos cotidianos como degustar un desayuno o bajar unas escaleras.
No hay mejor forma de saber cómo es la vida de una persona que padece algún tipo de discapacidad que ponerse en su piel, al menos durante unas horas. Y así lo ha hecho hoy un grupo de periodistas y gráficos que gracias a una iniciativa de la ONCE han experimentado el reto de ser invidente. Algo nerviosos e inseguros, les han cubierto los ojos con un antifaz para enfrentarse al primer obstáculo o bajar las escaleras de un establecimiento. Para muchos no ha sido nada fácil llevar a cabo esta acción que a diario la hacemos casi sin darnos cuenta.
Otra de las experiencias ha sido degustar un desayuno, algo que en principio no parecía tener dificultad. Gracias a los consejos de la técnica de reahabilitación de la ONCE han aprendido a abordar el plato siguiendo las agujas del reloj y a utilizar de forma adecuada los cubiertos. Paso a paso han conseguido relajarse y disfrutar del desayuno aunque reconocen que se les ha hecho cuesta arriba gestos tan cotidianos como echar aceite en una tostada.
Una iniciativa satisfactoria con la que la ONCE pretende dar visibilidad a este colectivo y trabajar de forma conjunta para conseguir eliminar aquellas barreras que entorpecen el acceso de las personas con discapacidad a la oferta gastronómica y cultural de la ciudad.