La noche electoral más amarga se vivió en la sede de Izquierda Unida, que, por primera vez, ha quedado fuera del pleno municipal, al no alcanzar ni siquiera el cinco por ciento de los votos marcado por ley como el mínimo para optar a una concejalía.
Las encuestas previas ya auguraban una mala noche para la coalición que han conformado Izquierda Unida y Equo, y así lo confirmaron los datos que, con el 4,2 por ciento de los votos, un total de 3.303 papeletas, dejan fuera del Ayuntamiento a la candidatura liderada por Amalia Román. Un resultado negativo, que queda lejos de los 5.180 votos y los dos concejales obtenidos en el año 2015.
Arropada por miembros de la candidatura y afiliados al partido, Román ha pedido que se abra un periodo de reflexión dentro de su formación después de haber perdido casi la mitad de su electorado desde el año 2011.
Decepción y tristeza en Izquierda Unida tras una intensa campaña electoral, en la que el esfuerzo no ha dado los frutos previstos.