Los fuegos artificiales brillaron en las playas de Almería durante la Noche de San Juan. El espectáculo pirotécnico a medianoche se sumó a una tradición que llenó la costa de la ciudad, en una jornada sin incidentes, completada con un dispositivo especial de limpieza
Un año más, los almerienses y turistas se han sumado a la tradición de pasar la Noche de San Juan en vela, alrededor de las brasas de las barbacoas, disfrutando de la buena comida, de la conversación con familiares y amigos, de la tradición de lavarse la cara en la orilla del mar en la medianoche y contemplar todos juntos el espectáculo pirotécnico ofrecido por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Fue sin duda una noche de alegría y también de tranquilidad, gracias al dispositivo especial puesto en marcha por el Ayuntamiento y la conciencia cívica de los ciudadanos.
El momento álgido se ha producido cuando el móvil avisó de que son las 12 de la noche. Entonces, todos se han acercado al agua para lavarse la cara, y los más atrevidos bañarse, en un rito de buena suerte y felicidad, y, a continuación, disfrutar de los fuegos artificiales desde el Espigón de la Términa. Alrededor de diez minutos para contemplar un castillo de fuegos de colores y efectos aéreos, donde se han empleado un total de 45 kilos de pólvora, casi 200 kilos de material explosivo en bruto y más de 1.000 efectos pirotécnicos.
Además, durante la tarde noche, en la zona de atracciones y restauración situada en el Recinto de El Palmeral hubo más de 40 establecimientos que ofrecían camas elásticas, castillo hinchable, casetas de juegos, heladerías, gofres, puestos de algodón y chucherías y también otros puestos de restauración, vino o mojitos.
Una fiesta social de la que desde primera hora de la mañana no quedaba rastro en las playas de la ciudad gracias al dispositivo de limpieza, puesto en marcha desde el Ayuntamiento.