El uso de la fisioterapia para solucionar molestias de nuestro día a día ha aumentado y esto puede hacer que mejore considerablemente nuestra calidad de vida.
Acudir al fisio se ha convertido en una actividad más común para la población que antes lo asociaba a lesiones de mayor gravedad. Ahora es habitual visitar al fisioterapeuta ante pequeños dolores de espalda o torceduras de tobillo. Algo que los profesionales destacan. Los fisioterapeutas ven fundamental todo tratamiento sin olvidar pequeñas lesiones acompañadas siempre de entrenamientos que incluso puede suponer menos gastos médicos a largo plazo para la sanidad.
Y en estos momentos de pandemia también es importante dar asistencia a personas que han pasado el COVID y se encuentran con secuelas que afectan a su movilidad.
Habituarse a acudir a este especialista como una actividad más, sin normalizar el dolor, puede suponer una mejorar nuestra calidad de vida.