La línea divisoria entre cine y televisión y el papel de los actores en pleno auge de las series frente a las películas, ha sido el tema de debate de la tercera de las mesas redondas que se han incluido en la presente edición de Fical y que ha tenido como escenario el Teatro Cervantes.
El binomio cine-televisión ha sido el centro del debate de la tercera de las mesas redondas que se han incluido en la programación del veinte aniversario del Festival Internacional de Cine de Almería. Un encuentro entre actores de distintas generaciones: por un lado, Eduardo Noriega e Irene Visedo, y, por otro, las emergentes Elisabet Casanova y Almudena Amor, en el que, sin embargo, ha prevalecido el amor por una profesión que consideran “apasionante y rejuvenecedora”.
Una profesión que es toda una montaña rusa de emociones y experiencias, con una doble lectura: ilusionante y mágica, y también cruel y dura. Y que la disolución de las fronteras entre cine y televisión ha impulsado.
Esa línea divisoria entre cine y televisión que se ha desdibujado en los últimos años y que permite a los actores ampliar su horizonte laboral con el objetivo de seguir creando personajes e historias inolvidables.