En los últimos días, las redes sociales se han llenado de publicaciones e imágenes sobre lactancia materna. El motivo no es otro que la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, impulsada por la Organización Mundial de la Salud en 1992 para conciencia y estimular este tipo de alimentación infantil.
Cuando nace un bebé, nace también una mamá. Y con ellos, las dudas y la incertidumbre sobre si lo estamos haciendo bien. El primer escollo en el camino de la maternidad: la alimentación infantil.
Los beneficios de la leche materna para madre e hijo son innegables. La ciencia nos dice que la leche materna reduce el riesgo de padecer diabetes, hipertensión u obesidad, así como de infecciones típicas de la infancia como las otitis o las enfermedades respiratorias. Por ello, matronas y asesoras de lactancia trabajan para que cada mujer que quiera dar el pecho, encuentre los recursos que necesita.
Y en una sociedad con poco conocimiento que pase de mujer a mujer y con la desinformación que acarrean Internet y las redes sociales, es hora de desterrar mitos. Sin olvidar además, que hay muchos tipos de lactancia y que las matronas también nos ayudan a gestionar la lactancia artificial.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna nos enseña que el instinto nunca falla, que hay que pedir ayuda cuando se necesite y que, sobre todo, hay que disfrutar de la maternidad, porque pasa volando.