Pelagia Noctiluca es el nombre de la medusa más común estos días en nuestras costas. Rosada, pequeña, luminiscente y muy urticante, pero su picadura no reviste gravedad.
De todos los colores y tamaños, más o menos venenosas, siguen siendo una molestia y en ocasiones una verdadera complicación. A pesar de estar acostumbrados a su presencia seguimos falsos mitos en cuanto al modo de actuar cuando nos pican.
Lo primero que debemos hacer es salir del agua y comprobar que no tenemos tentáculos adheridos. De ser así, debemos retirar con pinzas.
Lavar con agua de mar o solución salina y para resguardar la zona afectada se recomienda envolverla en plástico y evitar que entre en contacto con agua dulce. Si molesta mucho tomar paracetamol o ibuprofeno, o acudir a un puesto de socorrismo para que nos apliquen una crema específica, nunca pasta de dientes. En ningún caso debemos seguir consejos no cualificados.
Pero contra las medusas no hay nada mejor que la prevención y es posible gracias a populares aplicaciones de móvil que están cada vez más extendidas y que nos permiten saber de antemano si hay medusas y cómo son. Es el ejemplo de Medussapp, que nos permite saber en tiempo real la situación de cada playa gracias a los propios usuarios que cuelgan fotos de las medusas que van encontrando.
La más común es la pelagia noctiluca, de las más abundantes en el Mediterráneo, y considerada muy urticante. Su veneno, como el de muchas medusas permanece activo hasta 24 horas después de su muerte. Por ello se aconseja no enterrarlas bajo la arena.