La inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos) aumenta tres décimas hasta el 6,4%, su valor más alto desde enero de 1993
El indicador adelantado del IPC sitúa su variación anual en el 10,4% en agosto, cuatro décimas por debajo de la registrada en julio. La inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos) aumenta tres décimas hasta el 6,4%, su valor más alto desde enero de 1993.
Ha habido un ligero respiro de los precios en agosto con los carburantes tirando a la baja de los precios y, en menor medida, los combustibles líquidos. Sin embargo, la electricidad, la alimentación, la restauración y los paquetes turísticos, entre otros, suben sus precios.
Se trata del segundo dato de inflación más alto de los últimos 38 años, por detrás del último mes de julio que se disparó hasta el 10,8%.
Los precios de consumo llevan tres meses por encima de los dos dígitos pero frenan su escalada. La previsión del gobierno central es que la inflación siga bajando en los próximos meses.