La Semana Santa deja una estampa de una Almería llena de gente, con los desfiles procesionales creciendo en participación y con un sector turístico que empieza a recuperarse.
Después de tres años para volver a disfrutar de una Semana Santa en plena normalidad, la de 2023 deja, sin duda, un buen sabor de boca en Almería. Lo más destacado: los datos de ocupación hotelera, que han sido muy positivos; aunque todavía por debajo de las cifras prepandemia, ya que algunos hoteles no han abierto sus puertas estos días.
Mucha gente en las calles, las terrazas y los bares, y también más participación en los desfiles procesionales. Un soplo de aire fresco para el sector turístico, aunque los hosteleros alertan de que el alza de los precios sigue lastrando su recuperación económica.
Almería cierra una nueva Semana Santa en la que queda demostrado por qué es una fiesta de interés turístico nacional. Y ahora sí, toca cambiar de registro y trabajar para que la Semana Santa de 2024 nos deje un balance aún más positivo.