Los almerienses quieren mantener sus tapas tradicionales como seña de identidad pero los hosteleros necesitan subsistir haciendo rentables sus negocios y, a la vez, creciendo en calidad.
Las tapas en Almería son una de sus señas de identidad. Es indiscutible y apreciado tanto por los almerienses como por los visitantes: las tapas que se incluyen en el precio de la bebida no deben desaparecer. Sin embargo cada vez son más las tapas con suplementos obligados y menos las tradicionales.
Muchos ciudadanos evitan todo lo que lleve el apellido gourmet. Otros lo aceptan si la calidad lo merece.
Y otra de las cuestiones planteadas es sobre las obligaciones que conlleva reservar una mesa, que no siempre son bien recibidas, pero muchos empresarios apelan a la sensatez.
Tapas sí, pero buenos y variados bares también. Que se mantenga una gran red de establecimientos entre los que elegir, conlleva un coste para todos.
Y en el término medio puede estar la virtud. Sí a las tapas gratuitas, sí a las gourmet, y sí a las raciones rentables que conlleva reservar una mesa. Pero sin abusar.