Después de dos años de trabajos, todos los grifos de Almería capital cuentan ya con agua desalada. Los depósitos de la Pipa Alta y San Cristóbal ya están conectados a través de casi diez kilómetros de tuberías y una inversión cercana a los 12 millones de euros.
En julio de 2021, en plena pandemia, se colocaba la primera piedra de una actuación que desde hoy es una realidad y convierte a Almería en la única capital andaluza en abastecerse de agua desalada. La conexión de los depósitos de la Pipa Alta y San Cristóbal llega a su fin después de meses de trabajos que se han sentido en toda la ciudad, ya que se han instalado casi diez kilómetros de tuberías.
Desde hoy, todos los grifos de Almería tendrán agua desalada, lo que permitirá dejar de explotar el acuífero del Poniente. La actuación se ha desarrollado en siete tramos y tan solo un tercio de las conducciones funciona por impulso, ya que se ha aprovechado la gravedad para conseguir una infraestructura más eficiente y sostenible. Los tramos principales son tres: el que permite que el agua desalada llegue a la zona occidental de la ciudad; el que asegura el suministro al depósito de Santa Isabel; y el que permite el funcionamiento de la conducción en sentido inverso para aprovechar el agua de San Cristóbal en caso de fallo de la desaladora.