La de Pablo es una de esas historias de superación, esfuerzo y muchas muchas ganas de vivir. Si ya era todo un reto para él disputar La Desértica de este año, el resultado final ha sido todo un subidón.
Hace unos días les contábamos la historia de Pablo, todo un luchador que se disponía a correr La Desértica con una bicicleta elétrica que le había prestado The Bike Project, después de haber perdido su pierna en un accidente y llevar una ortopédica desde hace poco más de un mes. Todo un reto que ha terminado en lo más alto: sexto entre los 120 ciclistas de su categoría.
Como nos cuenta, el objetivo era terminar, jamás pensaba lograr una posición tan buena después de un año tan duro. Confiesa que se puso a llorar nada más cruzar la meta y agradece a The Bike Project el haber podido estrenarse con una bici eléctrica.
En cuanto a la prueba, nos invita a todos a vivir el reto vital que es La Desértica.
Y como las barreras están para romperlas, Pablo tiene claro cuál es su próximo reto.
La historia de Pablo en esta Desértica es superación, solidaridad y mucha vitalidad contagiosa en una simple conversación con él. Enhorabuena y a por todas las desérticas de la vida.