Semana Santa es sinónimo de vacaciones para muchos y, por tanto, una temporada alta para el turismo. Las previsiones para estos días en la capital sitúan la ocupación hotelera en torno al 70 por ciento, siendo más fuerte la recta final de la semana.
Mientras las hermandades y cofradías ultiman todos los detalles de las procesiones que llenarán nuestras calles a partir del Domingo de Ramos, el sector hostelero ve en la Semana Santa uno de sus momentos más importantes de la temporada. Este año las previsiones son optimistas, pero la vista la tienen puesta en la meteorología y en la confianza de que la lluvia y el viento den una tregua.
Datos muy similares a los registrados en otras Semanas Santas, ya que en esta época, el turista que escoge Almería como destino de vacaciones suele ser de origen nacional.
El sector de la hostelería confía en llenar de gente las calles en estos días de vacaciones, porque eso será sinónimo también de lleno en terrazas, bares y restaurantes. Una buena caja en Semana Santa que puede ser el preludio de un buen verano para nuestro turismo.