La procesión de la Patrona puso el broche de oro a la Feria 2014. La salida de la Virgen del Mar fue una explosión de devoción para todos los almerienses. El Teniente Hermano Mayor, Guillermo Visiedo, se estrenó al frente del trono ayudado por José María Campos Casquet
Llegó el día más esperado por los fieles, devotos y simpatizantes de la Santísima Virgen del Mar. Tras concluir la Feria de 2014, ayer fue el turno de poner el broche de oro a los actos litúrgicos con la salida, siempre esperada, de la Patrona de todos los almerienses.A las siete y cuarto de una tarde bochornosa pero ya sin el molesto viento de levante que a lo largo del día había castigado la capital. La Cruz Guía se colocó en la puerta del Santuario y una muchedumbre de fieles agolpada en la plaza prorrumpió en aplausos. Tras ella fueron ganando la calle los faroles y representaciones de Hermandades de la provincia.En el interior, esperaba el trono con la magen de la Virgen del Mar, y los horquilleros del trono que se situaban a un lado y otro del mismo. Allí, el obispo de Almería daba orden a la primera levantá de la imagen.A las ocho menos cuarto en punto, hacía su aparición el paso con la Sagrada Imagen de la Virgen del Mar, bellamente ornamentada con docenas de nardos que impregnaban las calles a su paso de su inconfundible olor. Unos sesenta horquilleros portaban sobre sus hombros a la Patrona de Almería, comandados este año por el teniente de la Hermandad, Guillermo Visiedo, con José María Campos, asesorándole en su labor. La Virgen salió por la puerta principal de su templo en una explosión de fe, devoción, júbilo, vítores y algún llanto que otro. Los cohetes estallaron y las campanas repicaron entremezcladas con los aplausos de todos los fieles de la Excelsa Patrona de nuestra ciudad.En la calle General Tamayo la Patrona fue recibida con pétalos caídos del cielo. Cerraban el cortejo las autoridades eclesiásticas, con el Obispo, Adolfo González Montes, al frente; y las autoridades políticas del Ayuntamiento, con el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez a la cabeza; la Diputación, capitaneados por el presidente Gabriel Amat; el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca; el comandante de Marina, el delegado de Defensa, Policía y Guardia Civil. La Banda Municipal de Música ponía el punto y final.