Las calles almerienses se convirtieron en hervidero de personas que aprovecharon para invertir ahorros en saldos que han llegado a superar el 50%
Desde bien temprano los almerienses se lanzaron ayer a la calle para hacer guardia ante la entrada de los comercios y hacerse con la mejor ganga el día tradicional de comienzo de rebajas. La fiesta tras la jornada de Reyes se convirtió, además, en excusa perfecta para que nadie se quedase en casa. La tónica dominante los buenos resultados en ventas, pero haciendo hincapié en que la mayoría de comercios habían colgado el cartel de saldos desde hacía semanas. Los establecimientos almerienses se convertían, por unas horas, en auténticos hervideros con colas de espera para pagar que, incluso, traspasaban las puertas de los locales. Por un lado los que tiraron de monedero, por otro, los que simplemente aprovecharon para dar un paseo.