La primera hermandad de silencio de nuestra semana santa, Gran Poder, llena de luto y solemnidad las calles de Almería. Del Zapillo al centro
Tarde primaveral en Almería para recibir a Jesús del Gran Poder. Los alrededores de la Iglesia de San Pío X se volvían a quedar pequeños ante el gentío que quería acompañar a la Hermandad del Zapillo.Siete y cuarto de la tarde y los costaleros inician uno de los momentos más complicados de su estación de penitencia, la salida de su propio templo. Con sigilo y cuidado extremo logran alcanzar la calle que ya viste de negro por los 125 penitentes que acompañan su paso.Este año el Señor del Gran Poder ha lucido un cordón dorado en forma de pez, al igual que los lazos negros que lleva bordados en recuerdo por el pequeño Gabriel, los homenajes iban más allá y todas las varas lucían un lazo azul. Ahí no quedaban las novedades, la imagen también estrenaba túnica de terciopelo.La primera hermandad de silencio de la semana de pasión 2018 iba anestesiando y cubriendo de luto las calles por las que iba transitando.Un año más toda la solemnidad y respeto se concentraba en carrera oficial. El paseo de Almería se apagaba y el silencio se hacía aún más evidente. Solo se escuchaban las pisadas y los leves movimientos del paso del Gran Poder.