Esta medida entrará en vigor el próximo 1 de junio y tiene el doble objetivo de reducir gastos y evitar la acumulación de excedentes de medicamentos en los hogares de los pacientes.
A partir del 1 de junio, el formato de los antibióticos se adaptará a las dosis necesarias de cada uno de ellos para cumplir correctamente un tratamiento médico. Esta medida, puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad, persigue un doble objetivo. Por un lado, un importante ahorro económico a las arcas estatales. Y por el otro, evitar que los pacientes acumulen restos de medicamentos en sus casas. Con la entrada de mayo, las farmacias ya han comenzado a prepararse para el cambio, aunque hasta noviembre podrán convivir ambos formatos. Una vez llegada esa fecha, los antiguos envases ni siquiera podrán ser prescritos.Los laboratorios farmaceúticos ya han comenzado a elaborar los nuevos envases para adaptarlos a la ley. En ellos, estarán las dosis necesarias para cumplir con un tratamiento médico. Esta medida empezará a aplicarse en dos grupos de antibióticos, aunque no se descarta que con el tiempo se amplíe a otros medicamentos.