Ni 72 horas ha estado en pie el monolito cinematográfico del cerro de San Cristobal. Los vándalos primero lo derribaron y luego lo robaron.
De esta imagen, la de la colocación oficial del tóten, que nos recordaba una de las escenas de la película Conán el Bárbaro. A esta otra, sólo han transcurrido tres días. Una vez más, unos pocos acaban con el patrimonio de todos y tiran por tierra el intento de embellecer la capital. Un panel que primero fue derribado y posteriormente robado. Una acción que ha sido duramente criticada por el concejal de turismo y es que no sólo se dinamita la apuesta por recordar nuestro dorado pasado cinematográfico sino que también supone un alto precio para las arcas municipales para costear la colocación de un nuevo monolito. Cuanto menos a todos nos queda el dudoso consuelo de que los vándalos les costará muchos más acabar con un paisaje como este.