Tras las críticas del grupo municipal socialista acerca del gimnasio que los vecinos de Piedras Redondas han ubicado en las instalaciones de la asocicación vecinal, sus miembros se han mostrado decepcionados ante lo que consideran una positiva acción social
La asociación vecinal ubicada al periférico barrio de Piedras Redondas, se encuentran indignada ante las declaraciones encabezadas por la socialista Déborah Serón en las que ponía en duda la legalidad de un gimnasio formado en su sede.Al igual que otras de las actividades organizadas en las asociaciones vecinales, consideran que esta iniciativa se realiza sin ánimo de lucro y con el único objetivo de sacar de la calle a decenas de adolescentes y jóvenes cuya motivación, ahora, es la de prácticar ejercicio. Hasta allí se ha desplazado el concejal de Participación Ciudadana, Juan José Segura, para supervisar las instalaciones y mostrar su apoyo a los vecinos.Francisco Gálvez, presidente de la asociación, ha querido matizar que la cuota por utilizar estos servicios va destinada a cubrir los gastos de maquinaria y el sueldo de un monitor