La defensa de Ioan R., el vecino de Vícar (Almería) que en mayo de 2007 asestó 18 puñaladas a su mujer, una joven de 21 años llamada Nicoleta I.M., en el transcurso de una discusión después de que la víctima se negase a retomar la convivencia con él, ha presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS) por infracción de ley y por no estimarse atenuante de arrebato, según informaron fuentes judiciales. La defensa, que ha elevado recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS), solicitó la imposición a su patrocinado, que en juicio aseguró no recordar los hechos, de diez años de prisión por un delito de homicidio con la circunstancia atenuante de arrebato, que el fallo desestima por el informe pericial que achacó al procesado, en prisión provisional, "tendencia a exagerar y a simular sin mostrar afección emocional alguna". La sentencia de la Sección Tercera, que condenó a 18 años de prisión a Ioan R. y a la que tuvo acceso Europa Press, se aviene a la calificación principal del fiscal, que en trámite de informes tras el acto de juicio rebajó los hechos de asesinato a homicidio, y le impone, al descartar que el ataque se perpetrase con alevosía y ensañamiento, 15 años de cárcel a los que suma tres años por un delito de lesiones sobre la madre de Nicoleta I.M., a la que deberá indemnizar con un total de 83.830 euros por las secuelas y el fallecimiento de la joven. El fallo califica de "extrema brutalidad" el comportamiento de Ioan R., al que atribuye una "reacción inhumana" al no prestar auxilio a su mujer una vez ésta se desangraba en el suelo al tiempo que le decía "déjalo ya", pese a lo cual, la sala argumenta que el ataque no fue "sorpresivo" dadas las circunstancias en que se desencadenó y que existen dudas sobre si en las 18 puñaladas asestadas por el procesado había intención de "mortificar a la víctima" o bien "el aseguramiento de la muerte". Nicoleta I.M. falleció a las 14,00 horas del 20 de mayo de 2007 como consecuencia del shock hemorrágico derivado de una herida en el cuello, que le seccionó casi por completo la vena yugular interna y, en trayectoria descendente, le alcanzó el pulmón izquierdo. Mientras yacía en el suelo, tal y como se recoge en el apartado de hechos probados, recibió el resto de las puñaladas de su marido, del que intentó defenderse con "manos y brazos" aunque con "poca fuerza vital" debido a la lesión mortal inflingida en primera instancia. Previamente, ambos habían mantenido una discusión en el domicilio de una tía de la joven. Poco después, ya en el domicilio de la madre, ubicado en el mismo inmueble de la barriada vicaría de La Gangosa, cogió un cuchillo con el que "de forma repentina y en un corto espacio de tiempo aunque con la intención de acabar con la vida", se acercó a su mujer y aprovechó que ésta se giraba para asestarle las "primeras acometidas" en cuello y región mamaria, "todas mortales de necesidad". Cuando Nicoleta I.M. cayó al suelo desplomada, la madre asió la hoja del cuchillo de cocina y sufrió los desgarros de dos dedos de la mano derecha, así como un tendón al tirar su yerno de él, por lo que no logró que cesará el ataque a su hija, que se prolongó mientras intentaba protegerse y desplazarse arrastrándose por el piso. Ioan R. no la auxilió tras asestarle al menos 15 puñaladas en el tronco y zonas vitales. Tal y como enfatiza la sala, desplazó al exterior el cuerpo sin vida envuelto en una alfombra, hasta que llegó la Policía Local, a la que reconoció haber matado a su mujer, según la testifical de los agentes durante la vista oral. Este extremo merece un "plus de reproche culpabilístico" para los tres magistrados. Con respecto a la cuantía en concepto de responsabilidad civil, la sala califica de "razonable" la calculada por el Ministerio Público en su escrito de conclusiones ya que –ahonda– en el caso de las lesiones a la madre de la víctima "no supera baremo fijado para los delitos imprudentes con vehículo a motor" mientras que, dado el fallecimiento, "sólo cabe compensación en dinero".