La perfumera Briseis anunció hoy el aumento en un 25 por ciento de la plantilla que opera en la fábrica ubicada en Benahadux (Almería) con la incorporación de diez nuevos trabajadores a la cadena de producción de los productos de higiene y cuidado personal de las líneas Tulipán Negro, Farina Plata, Cruise y Ragatza, según informó hoy la empresa en un comunicado. La contratación de forma indefinida se integra en un plan estratégico de la dirección que prevé continuar con la creación de empleo de forma "razonable, coherente y atendiendo a las necesidades del mercado" –matizó– para cumplir con los compromisos adquiridos con sus clientes, entre los que se encuentra la marca Covirán. La compañía recibió el pasado mes de enero una inyección crediticia de la entidad financiera Cajamar de 12 millones de euros para culminar la construcción de las nuevas instalaciones de la fábrica tras la explosión que en septiembre de 2007 se saldó con la muerte de dos operarios. Briseis recuperará, así, la extracción de sales de aguas del Balneario de La Toja (A Coruña), elemento "fundamental" en los productos de la marca. En marzo de 2008, la empresa reanudó la actividad en el antiguo edificio con los trabajadores de plantilla tras un ERE que significó el cese de la relación laboral con 70 operarios vinculados a través de la sucontrata Auxiple. Briseis encargó el proyecto de sus instalaciones a la empresa catalana CPQ en cuanto tecnología, como es la implantación del sistema CIP (Clean in Place) en el proceso de lavado que sirve para reducir al máximo la cantidad de agua necesaria para la limpieza de tuberías. Además, Briseis también ha apostado por la utilización de las energías renovables ya que se empleará paneles de energía solar para la obtención de, al menos, el 70 por ciento del agua caliente sanitaria que necesita. El ahorro energético también ha condicionado el servicio de climatización que, además de mantener una temperatura constante tanto en invierno como en verano de 22 grados centígrados más menos dos grados centígrados, ha empleado materiales de alto aislamiento acústico y térmico. En la fase de envasado el llenado se acometerá por gravedad y en las zonas de almacenamiento y producción se ha previsto automatizar al máximo el número de operaciones utilizando carretillas filoguiadas para reducir el número de movimientos y ahorro de espacio.