El Instituto de Estudios de la Fundación Cajamar ha editado un informe monográfico sobre el sector de la biotecnología en España a través del cual se desprende que la conveniencia de fomentar más los acuerdos de colaboración o asociación de empresas para el desarrollo de productos específicos, ya que actualmente existe un número reducido de pequeñas empresas cuyos principales interesados son los profesionales de la sanidad. En una nota, la Fundación Cajamar indica que el informe ha servido para extraer conclusiones tales como que el sector biotecnológico español es relativamente pequeño, tanto en número de empresas como en el tamaño de las mismas, aunque Barcelona, Madrid y Vizcaya cuentan con parques científicos donde se encuentran instaladas importantes compañías biotecnológicas vinculadas al área médica. Así, también ha señalado que la principal debilidad reside en la "insuficiente" participación del capital riesgo como una de las principales vías para obtener financiación. Según el estudio, tradicionalmente, han sido fondos e inversores generalistas los que han contribuido a impulsar el sector biotecnológico español. De esta forma apunta a que una segunda fuente de financiación procede del gasto público en I+D+i. Los recursos destinados a este tipo de actividades, aunque resultan ser aún insuficientes, destaca, han mostrado una tendencia ascendente en los últimos años. Es por esto por lo que, con objeto de impulsar la competitividad, el estudio revela que resulta conveniente fomentar acuerdos de colaboración o asociacionismo para el desarrollo de productos específicos. El informe indica una propensión en el sector de la biotecnología de generar núcleos para el desarrollo de la actividad, de fijar enclaves estratégicos que agrupen a las empresas de modo que tengan acceso y se beneficien de recursos comunes. En este sentido, en Barcelona, Madrid y Vizcaya se encuentran los cuatro grupos empresariales existentes en España que son Bionostra, Genetrix, Progenika y Zeltia. Se observa también que muchas empresas optan por licenciar sus propias patentes para que el resto de la investigación sea desarrollada por una tercera corporación con una capacidad económica superior; o bien buscan un socio colaborador a fin de compartir costes y reducir el periodo de desarrollo. Por otra parte, la disponibilidad de personal especializado es vital para el desarrollo futuro del sector, tal y como pone de manifiesto la propia naturaleza de muchas empresas que han tenido su origen en proyectos de investigación universitarios. Aunque el Plan Nacional de I+D+i (2008-2011) contempla la biotecnología como una acción estratégica, resulta de especial importancia favorecer la mejora de conocimientos por parte de los estudiantes de ramas afines a la biotecnología, por lo que aconseja procurar becas para realizar estudios en centros de investigación extranjeros.