La Dirección General de la Policía (DGP) ha incoado expediente disciplinario a los tres agentes adscritos a la Oficina de Extranjería de Almería que figuran entre los detenidos en la operación contra una presunta red de estafa a inmigrantes, quienes ayer rechazaron por "muy penoso" declarar ante "compañeros" y aseguraron sentirse "anímicamente destruidos" tras pasar dos noches en los calabozos de las dependencias de la Comisaría Provincial. Los policías, entre ellos un subinspector al mando de la unidad, de 61 años y cerca de 40 de servicio en el cuerpo, han expresado "en todo momento" su desconocimiento de los hechos por lo que se les acusa de la comisión de un presunto delito de cohecho ya que, de momento, no consta la apertura de diligencias por parte del Juzgado de Instrucción número 6 de Almería aunque si el secreto decretado por el Servicio de Investigación Interna del Cuerpo Nacional de Policía, encargado de las actuaciones iniciadas el pasado lunes. Fuentes de la investigación confirmaron a Europa Press la adopción de medidas cautelares disciplinarias contra los policías, que ejercían su puesto en la Oficina de Extranjería en segunda actividad. El expediente disciplinario, a la espera de la resolución que se dicte una vez pasen a disposición judicial, ha supuesto la retirada a los agentes de la placa identificativa, el carné profesional y el arma reglamentaria. Los efectivos desplazados desde Madrid del servicio de investigación interna del Cuerpo Nacional de Policía han sometido, asimismo, a un "minucioso registro" las taquillas, archivos y documentación que obraba en poder de los tres detenidos, así como el ordenador personal que utilizaban para desempeñar sus tarea. De momento, los tres policías permanecen en los calabozos de las dependencias de la Comisaría Provincial de Almería desde su detención cuyo plazo de 72 horas expira mañana. Fuentes cercanas a los agentes apuntaron a Europa Press, tras superar la primera fase de la operación, predomina entre ellos un sentimiento de "hundimiento moral" ante el deterioro público de su imagen y la del cuerpo al que pertenecen. Enfatizaron que han ratificado "en todo momento" su inocencia y que han trasladado a sus allegados y compañeros que la única perspectiva para "entender lo que les está ocurriendo" es el móvil de la "venganza" en la denuncia que ha desencadenado la operación. La denuncia de la que deriva la actuación del servicio de investigación interna del Cuerpo Nacional de Policía parte de un empleado de la Oficina de Extranjería de Almería, quien comunicó las presuntas irregularidades de forma directa a la DGP y al que atribuyen "una relación muy tensa" con el policía que ostenta la jefatura en esta oficina, también detenido. En esta línea, aseguraron que, de momento, los precedentes de las "malas relaciones" entre denunciante e implicados aconsejan poner la veracidad de los hechos "en cuarentena" al tiempo que expresaron su desacuerdo con la intervención del servicio de investigación interna, que calificaron de "calamitosa" ya que, a su juicio, "en el peor de los casos se trataría de una sanción administrativa". En concreto, revelaron que en noviembre de 2008 el citado trabajador fue denunciado por un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, por lo que, pese a que sólo se le imputó por presunto cohecho, prestó declaración en sede judicial y se dictaron contra él medidas preventivas consistentes en la personación en el juzgado. La actuación se ha saldado con la detención de once personas, de las que ocho permanecen aún en dependencias de las comisarias de la capital y El Ejido al quedar en libertad tres de los implicados, entre ellos el hijo y la nuera de uno de los agentes. Los últimos cuatro arrestos se practicaron ayer en El Ejido. En la presunta trama estarían involucrados asimismo funcionarios dependientes de la Subdelegación del Gobierno central en Almería.