El fiscal elevó hoy a definitiva su calificación en el juicio por el presunto secuestro de dos menores en junio de 2006 aunque introdujo un corrección en las penas, por lo que los cinco ciudadanos de origen marroquí procesados por retener ilegalmente a ambos hermanos, recién llegados a España en patera, se enfrentan a 14 años y seis meses de prisión. Durante el trámite de informes que ha cerrado la segunda sesión de la vista oral en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, definió los hechos imputados a S.E., L.T., A.T., M.B. y E.A.A. como un "caso típico" de secuestro de "inmigrantes irregulares" y aseguró, "sin duda alguna", que se confabularon para retener contra su voluntad a los chicos, de 13 y 17 años, y pedir un rescate que, finalmente, se ejecutó por 950 euros. Los letrados de la defensa, que ratificaron la petición de libre absolución para sus patrocinados, impugnaron, sin embargo, tal y como hiciesen ayer, las declaraciones preconstituidas tomadas a las víctimas en la Comisaría de la Policía Nacional de El Ejido y en el juzgado instructor ante una supuesta infracción de ley al tiempo que resaltaron las "numerosas contradicciones" en las que ambos incurrieron. Según lo leído hoy en la sala, las víctimas relataron a los agentes que habían sufrido un encierro sin apenas agua y comida mientras que en ante el juez que tramitó diligencias aseguraron que, pese a que la vivienda estaba cerrada con llave, les trataron "bien" no sin antes decirles que no les pondrían en libertad hasta que su padres pagasen 1.500 euros por cada uno de ellos. Tres de los policías nacionales que intervinieron en la operación, que se inicio el día 9 y concluyó el 14 de junio de 2006, confirmaron ante el tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez, que en el inmueble ubicado en una zona entre invernaderos del término municipal de Vícar hallaron candados en las puertas de las habitaciones, rejas en las ventanas y hasta diez huellas dactilares de las que sólo una coincidía con las víctimas y ninguna con los procesados. También fueron intervenidos los teléfonos móviles que portaban los menores cuando arribaron a España en patera y en que constaban varias llamadas registradas pese a que en la sesión de ayer todos negaron su participación en la trama, por la que llegaron a solicitar a los padres de las víctimas hasta 1.500 euros por cada uno de ellos bajo la amenaza de "cortarles el cuello". A.T., L.T. y S.E., hermanos y primos entre sí, así como E.A.A. eran detenidos por la Policía Nacional el 14 de junio de 2006 en el interior de una cafetería ubicada en Venta el Corsario (Vícar) donde, al parecer, se produjo el pago efectivo del rescate, que ascendió finalmente a un total de 950 euros tras 20 días de cautiverio que, según los acusados, se limitó a "acoger en libertad" a ambos menores como un "favor" a su tío, que –ahondaron– no podía hacerse cargo de ellos ya que "le había salido un trabajo en Madrid que no podía perder".