Miles de almerienses llenaron de vida La Alcazaba, en una mañana radiante de sol, en la que el arte recorrió cada rincón de esta fortaleza musulmana. El principal monumento almeriense pareció volver por unas horas al esplendor de califato.
Talleres de manualidades, globoflexia, cuentacuentos, tatuajes, carnaval, música y cante, ritmos y percusión flamenca, danza oriental o bailes latinos. Esta amplia oferta fue la que ofreció La Alcazaba en la primera edición de Crearte, una iniciativa para sacar el arte a la calle, y para que los almerienses se acerquen a este conjunto monumental. Muchos aseguraban que nunca lo habían visto con tanto bullicio y alegría.
Los recintos se dividieron en distintas disciplinas, el primero, por ejemplo, estaba dedicado al arte visual. Bajo la Muralla de la Vela había un escenario dedicado a danza y música e directo. Y en la Ermita y la Torre de la Pólvora se sucedían actuaciones de todo tipo. Un día inolvidable para las más de 2000 personas que acudieron a esta cita con la cultura almeriense.